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GESTIÓN DE LAS EMOCIONES para niños y educadores. “Para educar bien lo más importante es que el Educador esté bien.”

 

Somos seres emocionales, esta es la diferencia más importante respecto al resto de seres vivos del planeta. Así pues ¿cómo obviar esta parte tan importante del individuo dentro del aprendizaje educativo? Nuestras emociones son el punto nuclear alrededor del cual giran las 24 horas de nuestro día a día.

El cómo te sientes es la clave que marca definitivamente el color de que pintarás cada situación que vives. Adultos y niños somos lo que sentimos: de buen humor, de mal humor, con miedo, con rabia, con tristeza, llenos de alegría, culpa, enfado, apasionado, feliz, aburrido…etc. Y cada momento del día en el trabajo, en la escuela, en el parque, en casa, hablando con diferentes personas, antes de dormir, al estudiar, al hacer los deberes, al hacer diferentes gestiones, a la hora de comer…etc queda teñido y grabado con ese tono.

Sin embargo no somos víctimas de nuestras emociones. Podemos y necesitamos aprender a utilizarlas en nuestro beneficio, y que nuestros hijos aprendan qué hacer con ellas cuando las sientan.

Unas emociones querremos alargarlas al máximo y otras podemos aprender a transformarlas. No negar ninguna emoción ni disfrazarla “de otra cosa” es importante porque pasará a formar parte de un bloqueo en nuestro cuerpo, generando malestar interno, confusión e incoherencia. Y con el tiempo incluso puede somatizarse en malestares físicos.

Reconocer la emoción que aparece y aprender qué hacer con  ella es sumamente importante para hacer  que sea útil.

Cuanto antes empecemos desde casa a enseñar a nuestros hijos con el ejemplo; qué hacer con cada emoción en cada momento les estamos dando herramientas de un valor incalculable para el resto de su vida.

En esta charla me propongo  compartir herramientas sencillas para poder transformar cada emoción en consciencia, sabiduría y felicidad.  Útiles para adultos y niños.

Compartiré los trucos que como madre le he ido enseñando a mi propio hijo y a los centenares de niños que he tenido como alumnos y pacientes durante más de 18 años de práctica terapéutica.

Foto de Simón Berger en Unplash.

www.soniasana.com

 

 

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