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No todos los niños son iguales. TEMPERAMENTOS Claves para tratar a cada tipo de niño.

El temperamento nos habla de la parte innata de cada persona, de cada niño que no cambiará a lo largo de la vida y determinará el modo de percibir los acontecimientos vitales y de recibir y enviar información con el entorno.

Se tiene constancia de que desde la antigua Grecia ya se tenía en cuenta el temperamento de cada persona, para poder determinar sus tendencias patológicas y cómo curarlas.

Actualmente el temperamento es un área de la personalidad profundamente estudiada en  medicina, y más recientemente en psicología.


Como padres y docentes comprender el temperamento de cada niño y alumno nos da la varita mágica para la gestión de la comunicación con el pequeño. Saber comunicarnos con el niño nos abre la puerta a su mundo y le conecta a él con el nuestro, posibilitando su aprendizaje y garantizando que la información le llega de una forma que pueda asimilarla.  Además al reconocer sus tendencias innatas podremos ayudarle en la gestión de sus impulsos y tendencias en beneficio de su propio desarrollo. Sabremos comunicarnos con el niño y que la información le llega de una forma que pueda asimilarla, y enseñarle a gestionar sus propios impulsos y tendencias en beneficio de su propio desarrollo.

Por otra parte, a mediados del siglo, pasado se descubrieron los sistemas representacionales. Los sistemas representacionales determinan  el modo en que cada individuo recibe y emite la información del entorno. Esto nos plantea una obvia premisa clave: no todos recibimos la información de la misma manera, aunque estemos viviendo la misma situación en el mismo lugar. Muchas cosas nos pasan desapercibidas y otras las recibimos potenciadas del entorno. Así pues es básico aprender a distinguir cual es el principal canal del sistema representacional del alumno para poder entregarle la información de forma que la asimile, y la codifique según sus habilidades innatas. A su vez podremos detectar el feedback que nos envía, podremos comunicarnos realmente con el  o ella.

De forma natural nosotros nos dirigimos a los demás según nuestro temperamento y nuestro canal principal de representación de la realidad, pero si nuestro receptor no coincide con nosotros no recibirá la información al completo. El emisor debe adaptarse al nivel del receptor para asegurarse que la información le llega y que se produce feedback, comunicación real.

Si tenemos esta información y aprendemos a detectar el temperamento y el sistema representacional de nuestros hijos y/o alumnos tendremos la clave , el input principal para entendernos , llamar su atención, equilibrarlos, enseñarles las materias curriculares necesarias y que nos enseñen quienes son ellos. Quizás esta última parte sea la más más más importante en el proceso familiar y educativo. Esta es la parte que hemos olvidado, pero la parte que mejor garantizará su futuro pleno y satisfactorio.

No todos los niños son iguales. Son únicos.

La finalidad de esta charla es que comprendas las diferencias, las reconozcas en ti, y empieces a ser capaz de reconocer el temperamento y sistema representacional principal de tus hijos y de los miembros de la familia o empresa, para que comprendáis las diferencias y poder gestionarlas.

Contactar para impartir esta Charla.👈

Dirigida a AMPAS, grupos de padres, profesores, empresas.

  

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