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Dulce y bajito: El alma

 El mundo que conocemos; que vemos; que vivimos; que pensamos; que sentimos... está sometido a inmensas e irremediables influencias que van más allá de lo obvio. Nuestra mirada pequeña e ignorante no reconoce el porqué de las situaciones, tendencias, olas mentales y emocionales...etc.  

La causa que subyace detrás de los efectos son las potencias, las olas cósmicas que podríamos atribuir en una parte al gran reloj astrológico, en parte a las influencias de la Jerarquía y de otros seres que tienen potestad en este mundo...etc.  

Si miramos más allá... somos un pequeño punto en un inconmensurable firmamento que se ve invadido por inmensas y profundas “olas” energéticas que nos afectan e influyen mucho más allá de lo que somos conscientes. Esas olas producen un efecto en nosotros como colectivo, en cada uno individualmente y en el planeta. 

Es impactante observar cómo nuestros pensamientos parecen ser “llovidos” desde fuera como si no nos perteneciesen; y cómo gran parte de nuestra apetencias, diálogos mentales y decisiones son venidas desde fuera con unas influencias más fuertes todavía que nuestra propia alma, que habla dulce y bajito.  

¿Pienso yo mis pensamientos? ¿Mis emociones brotan de mí? Mayoritariamente no. La personalidad se ve instigada por energías parásitas e involutivas en gran medida. Además, podríamos aludir aquí a nuestro pensamiento subconsciente, fruto de la grabación de vivencias del pasado. ¿Podemos realmente dejar atrás el pasado, como tantas veces nos exigen las disciplinas de sabiduría?  


Esta es la razón que justifica el irrenunciable trabajo de forja que tenemos que hacer con nosotros a través de la Pureza, más allá del pecado, en busca de la santidad, el discernimiento, el amor.  


He comprendido que el ascetismo al que invita Ptanjali con la práctica de los Yamas y los Niyamas o la Buena vida a la que el Cristianismo nos impele siguiendo los mandamientos, evitando los pecados...etc. son la única manera de evitar ser influenciado y poder ser uno mismo, es decir, trascender la personalidad y permitir que el alma redima los cuatro cuerpos. 


Al mismo tiempo a nivel macro cósmico nos vemos guiados por el ritmo cósmico de grandes influencias cosmológicas, que afectan a nuestra pequeña esfera y marcan las tendencias a las que, sin saberlo, nos vemos abocados. Estas potencias de rayo nos influyen a nivel subconsciente haciendo que nazcan en nosotros nuevas ideas y movimientos. A nivel individual, según cuáles sean nuestros tendencias individuales las recibiremos de una manera u otra.   Esta influencia será diferente si en persona las energías recorren la autopista de la buena voluntad y la hermandad humana o la del egoísmo y la separatividad. 



Imagen de Hay_S de Unplash.

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